El
Humanista en la Edad Moderna
Autoras: Marot
Marina -Wüst Clara -Zubarán
Josefina
machimarot@terra.com.ar
Colegio Esclavas del Sagrado Corazón.
Asignatura: Historia de la Cultura.
Profesora: Adela Salas.
Indice
1.
Introducción
A lo largo
de este trabajo vamos a señalar las principales características del
hombre humanista de la Edad Moderna y a situarlos dentro del contexto
de la época. Para ello definiremos los rasgos mas
sobresalientes de la Edad Moderna y sobre todo del humanismo, el cual
es el movimiento dentro del que sitúa este tipo de hombre.
A su vez, para observar como se aplicaban las diversas ideologías y
pensamientos en la vida de estos hombres, citaremos cuatro ejemplos
de distintos humanistas precedentes de distintos lugares, los cuales
reflejan de formas distintas las políticas que caracterizan a este movimiento.
Hemos realizado una profunda investigación para contar con la información
suficiente para el desarrollo de este trabajo. Para ello recurrimos
a diferentes enciclopedias, y variadas páginas de Internet.
El humanista, como mencionamos anteriormente, surge en la Edad Moderna,
el cual es un período histórico que se enmarca entre la Edad Media y
la Edad Contemporánea; transcurre entre los siglos XVI
y XVIII, situando sus comienzos en torno a la caída de Constantinopla
en 1453, al descubrimiento de América en 1492, y al fenómeno cultural
del Renacimiento, en tanto que emplaza su final en el derrumbamiento
de la vieja monarquía y el proceso revolucionario iniciado en 1789 ( Revolución Francesa).
El siglo XVII representó el apogeo de la mentalidad
moderna, caracterizado por el absolutismo monárquico el triunfo el mercantilismo,
la revolución intelectual y las guerras de religión.
El orden y la seguridad fueron considerados mas
importantes que la libertad y los monarcas reconocieron su derecho divino
para gobernar, cuyo correlato era la obediencia ciega de sus súbditos.
La nueva política económica: mercantilismo, apoyaba la intervención
estatal por considerarla factor propicio para aumentar la prosperidad
comercial. La competencia era el fundamento de la vida económica.
Desde el punto de vista de la vida social, la característica mas importante fue la ascensión de la burguesía, favorecida
por su poderío económico y su creciente alianza con la monarquía. También
hubo un importante crecimiento demográfico y un debilitamiento sostenido
de la aristocracia. Influyeron varios factores en un importante proceso
intelectual:
-las ideas renacentistas.
-la nueva visión del mundo aportado por los descubrimientos.
-hay una revalorización de la temática antigua.
2.
Rasgos esenciales de la modernidad
La modernidad
en su esencia y origen es un fenómeno europeo, pero la expansión de
Europa le conferirán una dimensión mundial.
En el ámbito de las creencias, hay una quiebra de la unidad cristiana
en Europa central y occidental.
Desde una perspectiva socioeconómica la progresiva implantación de formas
protocapitalistas y el creciente peso de la actividad mercantil
y artesanal irán definiendo los rasgos de la sociedad capitalista .
Desde una perspectiva política, el fenómeno mas
relevante es la configuración del Estado moderno, las primeras monarquías
nacionales. Este nacimiento del Estado Moderno, traerá como consecuencia
la concentración del poder en el monarca y la concepción patrimonialista
del Estado.
Otro rasgo característico de la modernidad es el hombre del Renacimiento,
y es justamente en este marco, donde surge el humanista. Estos hombres
renacentistas aprehendieron el mundo exterior por visiones instantáneas
que no analizaron, pero que se impusieron a su conciencia hasta una
nueva emoción. Son violentos, repentinos, radicales, movibles, contradictorios,
desconcertantes, prontos en irritarse, injuriarse y desvainar la espada.
Ello se explica por que estos hombres poseen una vida intensa.
La existencia es dura, y toda en contrastes. La vida aparece rodeada
de peligros, ello obliga a estar siempre dispuesto a la defensa, a tomarse
la justicia por mano propia. Pero esta vida, que desenvuelve todos los
sentidos dota especialmente a los hombres para las artes.
3.
Humanismo
Dentro
del contexto anteriormente descripto surge
el humanismo, el cual es un movimiento desarrollado en Europa desde
el siglo XVI que rompió con las tradiciones
escolásticas medievales y exaltó las cualidades humanas, por lo que
comenzó a dar sentido racional a la vida. Es decir, se pone énfasis
en la responsabilidad del propio hombre para darle sentido a su vida,
sin recurrir a la existencia de un mundo trascendental o un dios. Como
consecuencia se considera al hombre como centro y medida de todas las
cosas.
Desde un punto de vista filosófico el humanismo es una actitud que hace
hincapié en la dignidad y el valor de la persona. Uno de sus principios
básicos es que las personas son seres racionales que poseen en si mismas
capacidad para hallar la verdad y practicar el bien.
El término humanismo se utiliza también con gran frecuencia para describir
el movimiento literario y cultural, ya que una persona que se dedica
al estudio de las letras y las artes es considerado un humanista. Este
renacimiento de los estudios griegos y romanos subrayaba el valor que
tiene lo clásico por sí mismo, mas que por
su importancia en el marco del cristianismo.
La recopilación y traducción de manuscritos clásicos se generalizó,
de modo muy significativo, entre el alto clero y la nobleza. La invención
de la nobleza de tipos móviles, a mediados del siglo XV,
otorgó un nuevo impulso al humanismo mediante la difusión de ediciones
de los clásicos. Aunque en Italia el humanismo se desarrolló sobre todo
en campos como la literatura y el arte, en Europa central, donde fue
introducido por los estudiosos alemanes, el movimiento penetró en ámbitos
como la teología y la educación.
Una característica muy notable de el humanismo es que en vez de valorar
el conocimiento en función de la realidad, lo hace, por su utilidad
o educación . "Una proposición es verdadera o falsa según
que sus consecuencias tengan o no un valor práctico. La verdad y la
falsedad dependen del fin al que se tiende, toda vida mental supone
fines, pero como estos fines no pueden ser otros que los de nuestro
ser, se infiere de esto que todo conocimiento esta subordinado a la
naturaleza humana y sus necesidades."
Humanistas y pragmatistas confunden la verdad con la utilidad, por esta
razón, el conocimiento conserva para ellos un valor instrumental. Es
innegable que no hay un momento de la vida intelectual que no obedezca
a un fin, y que todo fin debe estar en relación con la naturaleza humana,
pero los fines humanos forman series complejas subordínales a un sistema
cultural, que es la plena realización del ideal humano.
Este movimiento va a traer aparejado un cambio de actitud que llevará
a los europeos a expresar su extraversión hacia ultramar, y estos entrarán
en contacto con otros mundo y con otras civilizaciones, pero no siempre
con un alma dialogante, sino con la pretensión de imponer sus formas
de civilización.
Sacamos como conclusión que los humanistas compartían que la razón y
la ciencia son suficientes para la comprensión del mundo.
4.
El hombre humanista
Los humanistas
fueron aquellos que adoptando el ideal del Renacimiento, se apasionaron
por las artes y las letras clásicas. Fueron profesionales de las letras,
generalmente salidos de la burguesía, eclesiásticos, profesores de universidades,
médicos, funcionarios, a veces publicistas al servicio de una empresa
editorial, que expresan la tendencia de la sociedad y le proporcionan
su utillaje intelectual. Pensionados y protegidos por los príncipes
actuaron a menudo como propagandistas de esto.
Los humanistas fueron los apóstoles de la antigüedad y pretendieron
revivirla. Se esforzaron por resucitar el mundo antiguo como eruditos
e historiadores y, al mismo tiempo, por comprenderlo en si mismo, saborear
su belleza helénica y penetrar en sus razones de vivir. Para ellos la
antigüedad fue un medio, querían una vida distinta de la de la Edad
Media. Ellos tuvieron conciencia del sentido de la Historia y e los
caracteres peculiares del mundo antiguo como de una realidad diferente
de la del mundo moderno, como de una realidad perdida cuyos rasgos quería
hacer revivir, sin saber en el fondo si esto era posible. De ello deriva,
quizás, el estado de tensión interior de los que perdieron la paz de
las cosas externas.
Una característica muy importante de los humanistas es que deploraban
los intentos de rebajar la inteligencia humana, de ofrecer explicaciones
supersticiosas del mundo y de encontrar la salvación fuera de la naturaleza.
Aprecian la belleza de la misma y desean proteger y mejorar la tierra,
preservarla para generaciones futuras y evitar el sufrimiento innecesario
de otras especies. Con respecto a la salvación, aspiraban a alcanzar
la plenitud moral, estando convencidos de que se puede lograr una vida
feliz mejorando las condiciones de la vida humana en beneficio a todos.
En referencia con la política, consideran que la iglesia debe actuar
por separado del Estado y se oponen activamente a los que pretenden
utilizar el poder político para imponer su dogma o ideología.
Como mencionamos anteriormente, el humanista, se encuentra comprometido
con la artes y con las ciencias. La poesía, la música, el teatro, y
las bellas artes son una fuente de percepciones significativas y de
enriquecimiento.
Son fundamentalmente optimistas, creen en la esperanza en lugar de la
desesperación, en la investigación en lugar del dogma, en la verdad
en lugar dela ignorancia, la alegría en lugar de la culpa o el pecado,
la tolerancia en lugar del miedo, el amor en lugar del odio, la compasión
en lugar del egoísmo, la belleza en lugar de la fealdad y la razón en
lugar de una fe ciega o irracional.
Los humanistas pretenden la plena realización de lo mejor y lo mas noble de lo que son capaces como seres humanos.
5.
Algunos humanistas destacados
Petrarca:
Los historiadores consideran a Petrarca "el primero de los humanistas". Su amor
a la cultura clásica y sus esfuerzos para restaurar el espíritu de la
Antigüedad le otorgan ese título. Nada le inspiraba tanto como la lectura
de los hechos gloriosos de grandes hombres, lamentando no haber vivido
en aquellos tiempos gloriosos. Con los años se fue aficionando cada
vez mas a las obras de los escritores de la Antigüedad y citaba
a menudo sus palabras y amorfismos. Se dedicó a la búsqueda y salvación
de manuscritos antiguos, sin el las cartas de Cicerón, las poesías de
Catulo y de Propercio
de hubieran perdido para siempre. El método escolástico era para el
objeto de repulsión, por que mecanizaba el pensamiento y se servía de
trucos dialécticos. Consideraba que ningún auténtico pensador podías
tomar en serio la escolástica como una manifestación de la barbarie
medieval. Petrarca se reveló de palabra y obra contra toda coacción
intelectual; siempre defendió los derechos del individuo; el hombre
y su libertad fueron considerados como el soberano bien en este mundo.
Se sintió siempre atraído por las personalidades históricas mas
vigorosas, por ello aparece Petrarca como
el precursor de una generación que admiraría al "hombre fuerte,
libre de todo freno".
Poggio
Bracciolini: Habiendo participado en el concilio
de Constanza, aprovechó la ocasión para efectuar numerosos viajes en
busca de documentos clásicos. Nada arredraba a Poggio cuando estaba poseído por el demonio de la paleografía.
Si no lo autorizaban a llevarse los manuscritos descubiertos, los hacía
copiar por un secretario que o acompañaba a todas partes. mas de una vez, en momentos de debilidad, guardó en alguno
de sus bolsillos algún pergamino muy codiciado. El describe cuanto vio
y vivió en el curso de sus viajes en elegantes cartas. Hace eco del
placer que lo antiguos sentían por la belleza, pero ese eco es también
reflejo de su sensualidad. Hay otro aspecto de la antigüedad romana
que se expresa en la carta en que Poggio describe
el proceso llevado a cabo contra Jerónimo de Praga, en él siente revivir
la admiración por la firmeza y fuerza de ánimo varonil de los héroes
antiguos. En uno de sus viajes a Italia dio cuenta de que los humanistas
de ese país eran muy vanidosos y poseídos de sí mismos, a diferencia
de que el afirmaba que cada cual debía considerar a su mujer y su filosofía
como lo mejor del mundo.
Nebrija: Fue el mas destacado representante
de la idea de que el entusiasmo por el latín entrañaba una tendencia
política, era la imitación de los romanos en su organización política
cesarista; se habló luego de la expansión de la lengua castellana como
el mas sólido nexo para un imperio. Se dice que fue "el primero
en abrir tienda de la lengua latina en España"
Erasmo
de Rótterdam: Fue un escritor, erudito y humanista holandés, también
el principal intérprete de las corrientes intelectuales del renacimiento
en el norte de Europa. Las diversas obras de Erasmo ponen de manifiesto
su enorme erudición y elegante estilo latino. Su obra mas
importantes fue la traducción al griego del Nuevo Testamento. Sostenía
que el latín elemental y el cristianismo básico han de enseñarse en
el hogar y que el latín también debía enseñarse primero de manera coloquial
y después a través de la gramática. También es avanzada su defensa de
la educación física, su crítica a la disciplina severa y su insistencia
en despertar el interés de los alumnos. Aunque se lo considera el precursor
de la Reforma y sus obras fueron incluidas en el Índice de Obras Prohibidas
por el Concilio de Trento, su guerra contra la ignorancia y la superstición
procede más de sus convicciones de humanista que como teólogo. Erasmo
fue un auténtico hombre de letras y, como humanista, un precursor de
la época.
Todas
estas características que saltan a la vista de estos humanistas reflejan
las características generales de todos los precursores de este movimiento,
tanto sus ideologías, como su amor por las artes y por sobre todo, marcan
ese afán por revalorizar las obras clásicas.
6.
Bibliografía
Internet,
copernic 2001, www.angelus.com.org
Enciclopedia Encarta 2001
C.Grimberg, "Esplendor del Arte Renacentista"
en Historia Universal, Soc.Edit. Revista Ercilla Ltda., Bs.As,
1986.
C.Grimberg, "El Renacimiento" en
Historia Universal, Sociedad Editora Ercilla Ltda., Bs.As,
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C.Grimberg, "España y el Nuevo Mundo"
en Historia Universal, Sociedad Editora Ercilla Ltda., Bs.As,
1986.
Clarín, "Diccionario Enciclopédico Ilustrado", Arte Gráfico
Editorial Argentina S.A., Buenos Aires, 1997